
Para los nórdicos, morir durante la batalla era el final más glorioso que un hombre podía alcanzar en vida, pues así, sus espíritus irían a Valhalla con Odín, donde beberían, comerían y lucharían entre héroes, y donde esperarían la llegada del fin de los tiempos, la batalla final, el Ragnarök.
Lo curioso del Ragnarök, es que todos los guerreros participantes conocen cuál será su destino antes incluso de que ocurra, dejarse la vida luchando junto al resto de héroes, capitaneados por Odín, en esta batalla final en la que todos perderán la vida.
Las Valkirias, “las que eligen a los caídos” son entidades divinas femeninas, doncellas guerreras servidoras de Odín bajo el mando de la Diosa Freyja, representadas como mujeres jóvenes y bellas, que montan a caballo usando armadura, escudo y lanza. Se encargan de escoger a los héroes caídos en batalla, llamados ‘Einherjar’ y llevarlos junto a Odín, a los salones de Valhalla. Allí, los héroes muertos habitarán hasta la llegada del Ragnarök, el cual será anunciado por el Dios Heimdall, quien hará sonar su cuerno dando inicio a la batalla del ocaso de los Dioses. Las Valkirias también son mensajeras de Odín, y cuando cabalgan, sus armaduras producen la luz de la Aurora Boreal.
