Völvas, las brujas del norte

Las Völvas, las brujas del norte.

Las Völvas actuaron como chamanes y sacerdotisas de los pueblos germanos y nórdicos. También se las llamaba Wicce, que fue el origen de la palabra inglesa para llamar a las brujas, ‘witch’.

El chamanismo de las Völvas estaba basado en la magia rúnica y se consideraba que era exclusivo para las mujeres, pocas veces eran hombres los que desempañaban esa función, y si lo hacían, se les consideraba afeminados.

Solían ser mujeres mayores sin lazos familiares, acompañadas en sus viajes por ayudantes jóvenes. Se desplazaban de un lugar a otro según se requería de sus servicios, normalmente Jarls o Reyes que necesitaban de sus visiones y profecías.

Völva significa literalmente “la que lleva la vara mágica”, ya que era el elemento que más la caracterizaba. Iban vestidas con mantos de color azul o negro.

Los nórdicos tenían en tan alta consideración a las Völvas, que se dice que fueron ellas las que transmitieron a los hombres, a través de Odín, las teorías de la formación del mundo y del conocimiento, siendo ellas las que contaron al ser humano los relatos de la mitología nórdica. Todo esto se encuentra recogido en un poema de la Edda Poética, llamado Völuspá ‘la profecía de la vidente’ (tenéis que escuchar la canción de Wardruna con ese nombre, una de mis preferidas).

Las Völvas participaban en las batallas, pero no con armas, si no con sus varas y su magia, influyendo en el curso de la batalla con su poder.

Los nórdicos no tomaban decisiones importantes sin consultar previamente a las Völvas.

Desaparecieron en el siglo X a raíz de la llegada del cristianismo a los países nórdicos, donde fueron perseguidas y asesinadas.

 

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