Tras el Ragnarök
Ese será el fin. Pero también lo que vendrá después del fin. De las grises aguas del océano, resurgirá la tierra verde. El sol habrá sido devorado, pero la hija del sol brillará en el lugar de su madre, y el nuevo sol resplandecerá con más fuerza aún que el anterior, con una luz joven y nueva.
Dos seres humanos, ocultos en el tronco del Yggdrasil, sobrevivirán al fuego de Surt. Se alimentarán del rocío que encuentren sobre la tierra verde, harán el amor y de su amor nacerá una nueva humanidad.
Asgard ya no existirá, pero Idavoll seguirá en su sitio, espléndida y constante.
Vidar y Vali, hijos de Odín, y Modi y Magni, hijos de Thor, sobrevivirán al Ragnarök. Baldr y Hodr regresarán del mundo de los muertos, se sentarán junto a los otros dioses bajo el nuevo sol y hablarán. Discutirán sobre lo que pudieron haber hecho de otra forma y sobre el trágico desenlace.
Hablarán de Fenrir y de Jörmundgandr; recordarán a Loki, que vivía entre los Dioses, pero no era uno de ellos, y que muchas veces les salvó, pero también quiso destruirles.
Entonces, Baldr exclamará:
– ¡Eh! ¿Qué es eso?.
– ¿Qué? Preguntará Magni.
– Eso que brilla entre las hierbas altas. ¿Lo veis? ¡Y allí hay otro más! ¡Mirad!
Se pondrán de rodillas sobre la hierba, como niños. Magni, el hijo de Thor, será el primero en hallar uno de los objetos. Es una pieza dorada de ajedrez, como las que utilizaban los dioses para jugar cuando aún vivían. Es una talla diminuta de Odín, el padre de todos, sentado en su trono. Es el rey.
Después encontrarán otras piezas. Allí estará Thor, con su martillo. Y allí Heimdall, con el cuerno en los labios. Y Frigg, la reina del juego.
Baldr levantará una de las estatuillas de oro.
– Se parece a ti, comentará Modi.
– Soy yo, responderá Baldr. Soy yo hace mucho tiempo, antes de morir, cuando aún formaba parte de los Æsir.
Encontrarán otras piezas entre la hierba. Encontrarán la pieza de Loki, también la de Fenrir, la de Jörmundgandr, incluso de los gigantes. Pronto descubrirán que tienen todas las piezas necesarias para formar un juego completo. Los rayos de sol harán brillar las piezas doradas en esa tarde perfecta.
Baldr sonreirá y será como si el nuevo sol asomara entre las nubes. Entonces tenderá la mano hacia una de las piezas y hará la primera jugada.
Todo eso sucederá dentro de muchos años, no se sabe cuándo exactamente. Ahora mismo Loki está encadenado, al igual que Fenrir. Jörmundgandr se encuentra en las profundidades del océano. Pero el destino está escrito. Y sabemos que habrá un final, aunque después de ese final resurgirá un mundo mejor, más verde y brillante. Y ya no existirá el mal. Será un mundo justo y lleno de bondad. Ese futuro, gobernado por Baldr, que en estos momentos se encuentra en las profundidades de Hellheim, será un mundo de esperanza y amor.
Bibliografia:
-Gaiman, Neil; Mitos nórdicos (2017). Barcelona, España: editorial Planeta